¿Tiene un niño de once años capacidad de elección?


Interactuando sobre un caso de mi entorno afirmé que todos y todas tenemos la capacidad de elegir cómo afrontar una situación problemática. Pero al culminar la interacción me dije “Eso pienso yo que soy adulta, pero… ¿Puede un niño de once años hacerlo? Más aún ¿SABE un niño de once años que TIENE capacidad de elección?

Por si las dudas siempre es bueno documentarse un poco, y como con este caso hasta yo me vi tentada a decir “es sólo un niño, no sabe lo que hace” decidí investigar lo escrito sobre perfiles psicológicos de niños de esa edad, y corroboré lo que ya había estado analizando.

Resulta que un niño de once años, como está próximo a iniciar su adolescencia, experimenta cambios bruscos en su comportamiento y en su estado de ánimo, puede pasar de la alegría a la tristeza, o del buen comportamiento a la grosería, o peor, a un ataque de cólera (dentro y fuera de casa). Esto último no es una regresión a los berrinches preescolares, sino una confusión emocional regida por los patrones de desarrollo a los que se enfrenta, por lo tanto su irritación es expresada mediante gritos y palabras hirientes.

Con esa edad es capaz de reconocer sus propios estados de ánimo, identificarlos y sentirlos, pero no sabe cuál es la razón que los motiva.

El gusto por asistir a la escuela se debe a su necesidad de estar con niños de su misma edad, aun cuando la relación no sea la más amistosa.

Y es a esta edad cuando comienza a ver a sus padres como personas independientes a él, aunque en ocasiones, son el blanco de sus críticas.

Le encanta discutir pues encuentra más satisfactorio contradecir que responder bajo su propio punto de vista.

En esta edad el niño es consciente de sus defectos y virtudes, pero no reconoce ningún defecto específico, le disgusta que se le critique y se le dicten órdenes.

Su sentido ético tiene una dirección hacia procurar la verdad, pero si esta no es conveniente puede recurrir a la mentira.

Además, y esto sí que es importante, posee un excelente control sobre su consciencia, lo que le permite identificar lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto.

Así que si nos preguntan si un niño de once años tiene capacidad de elegir cómo actuar frente a una situación sabremos la respuesta, y más aún, sabremos por qué responderemos de manera afirmativa.

 

Beatriz Medina Ferrer/octubre 9 de 2010


Deja un comentario